
Crees que tu decidiste comprar un libro, pero en realidad él se puso ahí para que lo vieras y te sintieras atraído. Los libros no quieren ser leídos por cualquier persona, quieren ser leídos por las mejores personas; por eso buscan a sus lectores.
Juan Villoro, El libro salvaje (SM, 2019)
Hay libros que tienes ganas de leer porque te apetecen, porque te gusta el autor, porque el título o la cubierta te han llamado la atención. Y hay libros que tienes ganas de leer porque una amiga querida te lo regala acompañando el gesto con las palabras: “es mi autor mejicano favorito”. El listón era alto y El libro salvaje aprobó con creces.
Juan Villoro narra una historia simple a primera vista: el verano de un chico en casa de su tío, mientras asume la separación de sus padres y se enamora por primera vez. La perspectiva cambia radicalmente gracias a la mirada de un autor que todo lo ve y todo lo cuenta encontrando una explicación fantástica y maravillosa a unos hechos en apariencia banales.
El tío es un tío estrambótico, que vive por y para los libros en una casa que alberga miles de volúmenes. El verano de Juan se convierte en la misión de encontrar el libro salvaje, un libro que no se deja leer. El tío le revela que sólo un lector prínceps como él, al que los libros le obedecen, puede cumplir con la hazaña. Y el amor no es solo una chica bonita: es una compañera de aventuras, una persona que, como él, conecta con los libros y consigue cambiarlos y mejorarlos leyéndolos. De simple la historia pasa a ser una gran aventura.
El libro salvaje es el libro que todo lector y toda lectora, independiente de su edad, amarán. Y sí, seamos sinceros: cosas “raras” con los libros nos han pasado. Que si he puesto el libro en un sitio y me lo he encontrado en otro, que si me habían comentado la historia de una manera, pero al leerla es otra… Que los libros tengan voluntad propria no sería de extrañar, vamos.
Sobre el autor: Juan Villoro Ruiz (Ciudad de México 1956) es escritor y periodista. Es autor de más novelas (El disparo de argón, Materia dispuesta, Arrecife), de cuentos, ensayos y de teatro. En 2004 ganó el Premio Herralde por su novela El testigo.
Texto y foto de Chiara Mancinelli