
Ahora mi madre y yo susurramos las historias de la noche en los oídos de mi hijo. Aunque ya no soy aquella niña, escribo para que no se acaben los cuentos. Escribo porque no sé coser, ni hacer puntos; nunca aprendí a bordar, pero me fascina la delicada urdimbre de las palabras. Cuento mis fantasías ovilladas con sueños y recuerdos. Me siento heredera de esas mujeres que siempre han tejido y destejido historias. Escribo para que no se rompa el viejo hilo de la voz.
El infinito en un junco, Irene Vallejo (Siruela, 2019)
El infinito en un junco narra la historia del libro como si de un cuento se tratara. Coincido totalmente con quien ha hablado de este libro como “una divulgación deliciosa” y de “historia entendida como fábula”. Irene Vallejo lleva al lector dentro de la historia del libro desde los primeros soportes de la escritura (tablillas, papiros etc.) hasta la antigüedad tardía, como una mamá transporta a su hijo en el mundo fantástico de los cuentos. Hay mucho amor por la materia, por los libros antiguos y modernos, por la palabra como transmisora de todo esto. Se puede difundir conocimiento de manera placentera, interesando, educando, despertando curiosidad y El infinito en un junco es una excelente muestra de cómo conseguirlo.
Por otro lado, discrepo de quien lo describe como un ensayo o un estudio literario: no creo que en ámbito académico una filóloga pondría en boca de Séneca la palabra “camorrista”, demasiado contemporánea, ni que describiese episodios personales, ni que hablase de “invasiones barbáricas” (visión bastante obsoleta). Tampoco hay una estructura estrictamente científica, como las notas al pie de página (las notas se unifican por capítulo y de manera bastante escueta).
La he encontrado una lectura amena, pero se me hizo demasiado larga en la parte clásica y demasiado resumida hablando de la antigüedad tardía. No obstante, es una gran obra divulgadora que triunfa, por un lado, por su estilo narrativo, y, por otro, porque alimenta el hambre de conocimiento del público.
Sobre la autora: Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) es doctora en filología clásica por las universidades de Zaragoza y Florencia. Se centra en la investigación y en la divulgación de los autores clásicos y es autora de novelas literarias y juveniles. El Infinito en un junco ha recibido el Premio nacional de ensayo en 2020.
Texto y foto de Chiara Mancinelli
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